Entrevista compañero bombero 200 días de conflicto

Entrevista a un compañero bombero de Galiza, tras 200 días de conflicto

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  

 

 

Entrevista al compañero Carlos

 

 

El compañero Carlos es bombero de la privada en Galiza, un sector que a lo largo varios meses ha protagonizado una lucha contra su situación laboral, con el trasfondo del carácter privado de la gestión de los parques comarcales.

 

Lógicamente comenzamos hablando de la situación del sector en general, y el compañero nos explica que Galiza es el “paradigma” de lo que quieren para todos en el Estado Español, privatizar la gestión de los parques de bomberos.

 

Esto en Galiza ya lo tienen avanzado desde la época de Fraga, cuando se comenzaron los parques comarcales. “Los ayuntamientos que ya contaban con parques públicos, no fueron capaces de comarcalizarlos, y se construyeron a lo largo de toda la geografía 23 comarcales, todos ellos ya bajo gestión privada, salvo el de Silleda”. “Carácter que se mantuvo también bajo el bipartito”.

 

Al final, “en Galiza hay una estructura paralela de parques municipales de gestión pública, 7, en las ciudades, 23 comarcales, bajo gestión privada, y uno comarcal público, el de Silleda”. Controlados por tres empresas, Veicar, Natutecnia y Matinsa.

 

Obviamente, los trabajadores y las trabajadoras de los parques comarcales son “mileuristas”, pero, nos explica el compañero, “ese no es el motivo central de la lucha porque para ellos el trabajo de bombero es un trabajo pasional, donde la calidad del servicio es lo fundamental, y el carácter privado de la gestión lo impide”. Y nos da algunos ejemplos de la racanería de las empresas “en la utilización de espuma porque es cara o de gasóleo para los camiones por el mismo motivo, además de que los bomberos tienen que realizar trabajos que no tienen nada que ver con su profesión”.

 

En el 2007 se aprobó una ley de Emergencias en Galiza que “es papel mojado”, “que se unió a la exigencia de homogeneización entre empresas, puesto que las condiciones variaban entre ellas y con los públicos”, y nos pone algunos ejemplos, “en Coruña, donde la empresa es Veicar, los turnos son de 24 horas, mientras que en la de Lugo, que es Natutecnia, son de 12 h, teniendo en cuenta que muchos se desplazan desde sitios distantes, esto supone un gasto suplementario en el traslado”. Las empresas se apoyaban en la Reforma Laboral para imponer esta división, y la “modificación unilateral de las condiciones” bajo el argumento de que ésta les permitía “someterlos”.

 

“En el 2008 comenzaron a hablar entre los trabajadores de los distintos parques y se avanzó en la constitución de la Mesa Intersindical de Bomberos, de la privada, aunque también vienen de la pública”.

 

En este marco de presión constante, “la primera en ponerse en pie de guerra fue la plantilla de Veicar, a raíz de una modificación unilateral de sus condiciones laborales, y consiguieron un convenio de empresa. Pero el objetivo era un convenio marco para todos ellos”. A lo que Natutecnia se negó, mientras “la Administración miraba para otro lado”. El argumento de Natutecnia era lapidario; “estamos compitiendo entre empresas”, por eso se negaba a homogeneizar las condiciones de todos los trabajadores del sector.

 

Hace 200 días, desde la Mesa Intersindical de Bomberos, compuesta por CCOO, UGT, CIG y SIBGAL (Sindicato Independiente de Bomberos de Galiza), que es el mayoritario, se convocaron asambleas, encierros y huelga, lo que supuso en verdadero “estado de excepción”, porque, nos dice el compañero, “en las negociaciones no cabían razones, solo la fuerza para defender lo que les querían quitar: los turnos de 24 horas, el 100% por IT”.

 

Estas huelgas y movilizaciones le costaba a cada trabajador más de 200 euros mensuales, más del 20% de su salario. De hecho, para evitar este desgaste que se agravaba con los servicios mínimos (“a veces estábamos el 100% de la plantilla trabajando en día de huelga”), la huelga tenía un carácter simbólico y se cambiaban turnos para evitarlo.

 

En estos 6 meses de movilizaciones hicieron de todo, “desde encierros, huelgas, repartos de panfletos, resoluciones de ayuntamientos y del Parlamento de Galicia, …”; y “a cuatro días de la intervención de un moderador en el conflicto, Natutecnia despide a dos trabajadores, como una medida de prepotencia; les acusaban de no hacer nada ante la quema del portalón del parque de Santa Comba”.

 

Como la empresa no consiguió el efecto buscado, atemorizar, sino que los despedidos dijeron que “por ellos no se pararan las movilizaciones ni las negociaciones”, tuvo que recular, readmitir con sanciones graves de suspensión de sueldo y empleo a los dos trabajadores, y aceptar las reivindicaciones; salarios que van a ser pagados por todos los bomberos de Galiza, a los que se han unido los del resto del estado.

 

El 22 de Marzo, en la Marcha de la Dignidad, “cuajo la unidad y la coordinación de los bomberos de todo el estado en la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (públicos y privados)”; que ante el despido de los de Santa Comba ya ha funcionado: “a los despedidos se les garantizó por una cuota de todos y todas, el cobro de los salarios que van a dejar de percibir”.

 

La conclusión, para el compañero, es que como el origen lo tiene “un sistema de gestión privada que no funciona” y como el objetivo de fondo es “la gestión pública” del servicio, anuncia que “va a haber más conflictos”. En este sentido nos comenta que lo sucedido en Galiza es el anuncio de lo que va a pasar a nivel estatal, porque la tendencia del PP y el gobierno es el “paradigma  privatizado que se aplica aquí”, que es la ”avanzadilla”. De hecho en Madrid ya ha sido privatizada la formación.

 

Está claro que la lucha, paga, y tras 200 días de conflicto los compañeros se sienten fuertes y más unidos, junto con los del resto del Estado, para enfrentar las medidas que quieran hacerles retroceder.

 

 

Corresponsal