Encarnación Burgueño, sin más experiencia en el sector que ser hija de Antonio Burgueño, va a coordinar la respuesta a la grave situación que sufren por el coronavirus las residencias, que en marzo han registrado 3.000 muertos (2.000 más que en el mismo mes del año pasado).
Según publicó EL PAÍS ayer día 6 de abril La intervención de Burgueño, cuyo trabajo ha provocado malestar entre profesionales de la red pública, se ha canalizado mediante una supuesta empresa llamada Cardio Líder, que en realidad no está registrada como tal en el Registro Mercantil y es una mera marca utilizada para la comercialización de desfibriladores…
Antonio Burgueño impulsó en 2013 el “plan de ahorro” para la sanidad madrileña anunciado junto a los presupuestos regionales y que, entre otras medidas, incluía la privatización de la gestión de seis hospitales inaugurados en 2008 y la externalización de la gestión de 27 centros de salud. La Comunidad acabó renunciando al plan porque la Justicia lo paralizó, lo que provocó la renuncia del consejero de Sanidad de entonces, Javier Fernández-Lasquetty, y de su hombre de confianza. Los dos vuelven a coincidir ahora en la crisis del coronavirus, porque Fernández-Lasquetty es el actual titular de Hacienda, lo que ha provocado durísimas críticas.
Burgueño, explica ella misma, dirige un pequeño equipo de profesionales que está realizando una “evaluación de la situación y necesidades” de las residencias de la región, “diseña y prepara las zonas de aislamiento” y forma al personal para trabajar en ellas. También ha creado “una bolsa de empleo” que recluta a través de varios foros al personal necesario para suplir al elevado número de trabajadores que han resultado contagiados por el virus.
“Hemos visitado ya más de 100 residencias», explicó anoche a EL PAÍS. «Siempre lo hacemos por encargo y en colaboración con la Consejería de Sanidad”, afirma Burgueño, que añade que ya dispone de unos “200 aspirantes a trabajar” en estos equipamientos. La Comunidad de Madrid, sigue Burgueño, les ha entregado un listado que detalla la situación concreta de cada residencia desde el inicio de la crisis.
Preguntada este lunes sobre el caso, la Consejería de Sanidad ha asegurado que el papel de Burgueño se limita a «un apoyo puntual que se buscó en el inicio del impacto de la epidemia en las residencias”. La actuación en estos centros tiene, según la Consejería de Sanidad, tres ejes: la coordinación entre geriatras de hospitales, para establecer los traslados a hospitales y entre residencias, canalizados a través del Summa; la actuación de Unidad Militar de Emergencias (UME) y bomberos; y la intervención de los equipos de atención primaria.
Pese a lo afirmado por la Comunidad, la irrupción de Cardio Líder ha causado malestar entre los profesionales sanitarios implicados ya que se ha situado en medio de la “coordinación entre geriatras”. En algún momento de la semana pasada, denuncian, estos profesionales se toparon con que miembros de Cardio Líder habían acudido a algunas residencias y habían decidido, por ejemplo, el traslado de pacientes.
Un especialista que coordina las derivaciones a hospital de enfermos con coronavirus de varias residencias de Madrid denuncia: “Intervinieron unilateralmente, sin pedirlo nosotros, en una residencia y fue peor el remedio que la enfermedad. El médico no se debía de haber leído ni el protocolo de derivación. Horrible, muy mal coordinado. Así que hemos pedido que no vuelvan a ir”, asegura este facultativo, informa Ana Alfageme.
Al preguntar sobre lo ocurrido a la Dirección General de Coordinación Socio-sanitaria, cuyo titular es Carlos Mur, esta les indicó que Cardio Líder “les estaba ayudando” y asumía las nuevas funciones.
Según ha podido comprobar este diario, Burgueño carece de experiencia relevante en el sector de las residencias o equipamientos sociosanitarios. Según figura en su página de Linkedin, en los últimos años ha sido jefa de ventas de Telepizza, trabajadora de una inmobiliaria y teleoperadora.
Desde hace siete meses, se presenta como “directora general de Cardio Líder”, dedicada a la venta y alquiler de desfibriladores y “gestión de espacios cardiosaludables”, entre otros servicios. Burgueño asegura que también ha “ayudado a poner en marcha una residencia en un pueblo de Toledo”.
Cardio Líder no figura como empresa en el Registro Mercantil. Fundada como comunidad de bienes entre dos socios hace tres años, hace dos que fue disuelta y quedó como una marca comercial bajo la que trabajan como autónomos Burgueño y otro socio. Este se presenta como un emprendedor que puso “en marcha el negocio tras años de estar en el Samur Social y la Cruz Roja”, donde se queja de que “solo” le llamaban “para hacer algunas suplencias”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fichó hace tres semanas a Antonio Burgueño como asesor externo para hacer frente a la crisis del coronavirus, una decisión que fue recibida con críticas por los propios médicos de la red pública. Estos recuerdan su gestión durante la crisis como director general de Hospitales, donde impulsó fuertes recortes y medidas de privatización.
Su hija, sin embargo, desvincula sus nuevas funciones con la Comunidad de Madrid del peso de su padre en el Gobierno regional. “Si trabajo ahora para ellos es porque presentamos un proyecto muy bueno a la Dirección General de Coordinación Socio-sanitaria y les gustó. Que mi padre sea quien es no tiene nada que ver, nunca me he aprovechado de eso”, asegura.
“Nosotros somos una especie de UTE entre dos empresas”, sigue explicando Burgueño. “Cardio Líder, que somos gestores, y una empresa que tiene servicios médicos, que es Transamed, y que tiene vehículos sanitarios. Por la crisis, esta empresa ha dejado de prestar servicios, porque lo que cubre son eventos, fiestas y similares. Así que al haber equipos profesionales y vehículos parados, nosotros les propusimos a la consejería colaborar con ellos en este sentido”, sostiene.
EL PAÍS ha tenido acceso a documentos de Cardio Líder en los que puede verse cómo Burgueño ha introducido datos falsos. Uno de ellos es el salvoconducto en el que se presenta como “directora general de la empresa Grupo Cardio Líder SL”, entidad jurídica de la que carece, para que su socio pueda moverse sin límites por la Comunidad de Madrid. Como “CIF” de la supuesta SL, Burgueño ha puesto en el documento su propio NIF.
El documento “informa a la autoridad que corresponda” de que el socio de Burgueño “presta sus servicios como Coordinador y Responsable de Suministros de material médico y Equipos de Protección Individual, en la Gestión de la Crisis de la Covid-19 en los centros sociosanitarios que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y de la que Grupo Cardio Líder es empresa colaboradora”.
Preguntada tres veces sobre qué tipo de contrato mantiene con la Consejería de Sanidad, Burgueño se ha negado a concretar más que es “una empresa colaboradora” con “vocación de servicio público”. La Comunidad de Madrid asegura que “no ha abonado nada” a Cardio Líder por sus servicios.
El importante papel dado por la Consejería de Sanidad a una entidad como Cardio Líder llama la atención ante la magnitud de la crisis que acecha a las residencias de mayores, muchas de ellas desbordadas, con decenas de muertes en sus instalaciones y que han requerido la intervención de la Unidad de Militar de Emergencias para desinfectar las instalaciones.
https://elpais.com/sociedad/2020-04-06/ayuso-coloca-a-la-hija-del-ideologo-de-la-privatizacion-sanitaria-del-pp-a-gestionar-la-crisis-de-las-residencias.html